Una mañana de Agosto del 2007 el Dr Joseph Colao fue encontrado muerto en su apartamento de Jersey City, N.J. victima de un ataque cardíaco. Tenía 45 años. Su muerte repentina disparo las alarmas al interior de los cuerpos policíaco y de bomberos de Nueva Jersey a quienes había prescrito y en ocasiones vendido esteroides anabolicos y hormonas de crecimiento. Antes de convertirse en proveedor de hormonas, su trabajo medico en la practica sobre control y manejo del dolor había declinado y decidió reconvertirse profesionalmente, como muchos otros médicos, hacia el tratamiento contra la vejez basado en el procedimiento de remplazo hormonal. Como muchos de estos doctores, Colao practicaba lo que el mismo predicaba. Inyectándose y convirtiéndose en un culturista bien esculpido y un evangelista de los esteroides que sin realizar tests previos de diagnostico simplemente expedía prescripciones a una clientela que rondaba los 5000 “pacientes.” “En el mundo de la policía y los bomberos,” según uno de sus clientes agradecidos, “murió siendo un héroe”
La noticia de que con dinero de los contribuyentes a 248 policías y bomberos les fueron subsidiadas hormonas basándose en diagnósticos falsos apenas cruzó los limites de Nueva Jersey. La cadena CBS de la ciudad de Nueva York la consideró como algo que no ameritaba mayor cobertura. Y a nivel nacional solo se hizo mención en el sitio de Infowars que es dirigido por el teórico de la conspiración Alex Jones. Y medios menos visibles como hghwatch.com y la página web Officer.com. En una palabra, lo que con mucho era el mayor escándalo de policías utilizando esteroides y también el mejor documentado de la historia en los EE.UU., sólo interesó a los medios locales y no despertó la atención nacional.
En mayo del 2005 escribí: “Una de las notables anomalías en la campaña anti-esteroides de las ultimas dos décadas, es que prácticamente se hayan ignorado los diferentes reportes sobre el uso de esteroides por parte de oficiales de policía en EE.UU. y otros países.” Dos meses antes de escribir estas palabras, un comité del congreso había fustigado la falta de voluntad de la Liga Mayor de Béisbol para hacer frente a su problema de esteroides. Casi una década después la batalla legal de la Liga Mayor de Béisbol contra el desprestigiado Alex Rodriguez confirma una vez mas que en lo referente al abuso de esteroides, los deportistas de élite son el blanco perfecto de la sociedad.
Ningún observador serio de nuestras controvertidas terapias hormonales seria insensible al epitafio del agradecido bombero de Nueva Jersey para su proveedor de hormonas: “ En el mundo de policías y bomberos, murió siendo un héroe.” Este incómodo hecho amenaza, de manera fundamental la objeción de nuestra sociedad a que la policía consuma esteroides: El riesgo de un comportamiento hiper agresivo, la preocupante implicación de policías rompiendo la ley, expuestos al chantaje de traficantes de drogas y la desconfianza social en oficiales que muestran este comportamiento. O como un editorial lo pone: “ Lo que quizás sea mas importante en toda esta investigación es determinar si una cultura sin ley y de permisividad que ha alimentado el uso de esteroides, sea la norma en la policía de Nueva Jersey y que potencialmente conduzca a mayores abusos.” Es decir, es la cultura de los esteroides dentro del cuerpo policíaco una amenaza silenciosa pero corrosiva al cumplimiento mismo de la ley?
Basados en la evidencia de Nueva Jersey, algunas autoridades locales no lo piensan así. Como respuesta al caso Colao, la portavoz del alcalde de Jersey City cuestionó el fraude medico del escándalo de hormonas de Colao: “ el alcalde no puede asumir que la mera existencia de una prescripción de esteroides escrita por un medico y servida por un farmacista para un empleado de la ciudad no sea médicamente necesaria o que sea un fraude.” Acaso fue cinismo o ingenuidad lo que motivo al autor de este comunicado de prensa a ignorar simple y sencillamente la existencia de doctores que prescriben por dinero? La Oficina del Procurador General consideró que los fiscales no habrían podido demostrar que los oficiales de policía involucrados tuvieron la intención de quebrantar la ley.¹ En pocas palabras, el desinterés general de enjuiciar a los oficiales por usar esteroides estuvo claro.
De hecho, en los departamentos de policía del país, la actitud indulgente de parte de los jefes o los consejos policiales de revisión hacia los elementos sorprendidos usando esteroides es la norma. Por ejemplo en 2010 la Comisión del Servicio Civil de Phoenix revirtió el despido de un policía al que se le comprobó una tasa 90 veces superior al limite aceptable por el departamento de Nandrolona. “Tengo la seguridad de que si se tratase de otra droga peligrosa que no sea esteroides habrían mantenido el despido, porque al parecer a los esteroides no se les considera peligrosos.” Esta renuencia generalizada a considerar el uso de esteroides anabolicos por la policía como un comportamiento socialmente desestabilizador explica por qué todos los “escándalos” de esteroides de la policía hasta hoy restan un asunto local.
(*) La mayor parte de la información en este ensayo sobre el escándalo de Joseph Colao procede de la serie de artículos ganadora del premio George Polk por Amy Brittain y Mark Mueller publicados en el Newark Star Ledger en diciembre del 2010.
¹Amy Brittain and Mark Mueller, “N.J. doctor prescribed steroids to hundreds of law enforcement officers, firefighters,” Newark Star-Ledger (December 12, 2010).
² “Report: Late NJ Doc Improperly Supplied Steroids.”
[http://newyork.cbslocal.com/tag/dr-joseph-colao/]
³“N.J. Doctor Supplied Steroids to Hundreds of Law Enforcement Officers, Firefighters.”
[http://www.infowars.com/n-j-doctor-supplied-steroids-to-hundreds-of-law-enforcement-officers-firefighters/]
“Anti-Aging Docs Dying Young.”
[http://hghwatch.com/antiagingdocsdieyoung.html];
[http://forums.officer.com/forums/archive/index.php/t-157737.html]
John Hoberman, “Dopers in Uniform: Cops on Steroids” (May 22, 2005).
[https://thinksteroids.com/articles/dopers-uniform-cops-steroids/]
“Police steroid scandal could signal deeper institutional woes,” myCentralJersey.com (December 20, 2010).
[http://www.app.com/article/CN/20101220/OPINION03/12200310/Police-steroid-scandal-could-signal-deeper-institutional-woes]
“N.J. taxpayers get bill for millions in steroid, growth hormone prescriptions for cops,” Newark Star-Ledger (December 13, 2010).
“Phoenix officer gets 30-day suspension in steroid case,” The Arizona Republic (July 12, 2010).
[http://www.azcentral.com/news/articles/2010/07/11/20100711phoenix-officer-steroids-rattlers.html]
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